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42,95 €Wreckland Run es un juego en solitario de matanzas postapocalípticas sobre ruedas.
Personaliza tu vehículo y enfréntate a diferentes caciques y sus bandas de saqueadores, descubriendo nuevo contenido a través de una campaña narrativa de siete capítulos, ¡A conducir!
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Idiomas |
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Categorías | Carrera Dados |
Mecánicas | Contar una historia Solitario Campaña/ dirigido por cartas Lanzamiento de dados |
Wreckland Run es un juego en solitario de matanzas postapocalípticas sobre ruedas.
Personaliza tu vehículo y enfréntate a diferentes caciques y sus bandas de saqueadores, descubriendo nuevo contenido a través de una campaña narrativa de siete capítulos, ¡A conducir!
¿Cómo se juega?
Wreckland Run se juega en una campaña que consta de 7 capítulos. En cada nuevo capítulo, la historia continuará desarrollándose en el libro de campaña. Se te indicará que abras un nuevo sobre que añade jefes nuevos, enemigos interesantes y giros a la jugabilidad. Por ahora, su contenido es secreto. No los abras hasta que se te indique. Al empezar la campaña, lo primero que tienes que hacer es elegir un vehículo y un conductor. Elige bien, ya que esta será la combinación que llevarás a lo largo de los 7 capítulos.
Una vez que completes un capítulo, pasarás al siguiente de la campaña, pero los Enemigos y las Piezas que hayas encontrado permanecerán en los mazos, aumentando el poder de tu arsenal pero también la ferocidad de tus enemigos.
Te enfrentarás a cada nuevo capítulo de la misma manera:
El Mundo de Wreckland Run.
Oyes motores a la distancia mientras enganchas las últimas provisiones a tu vehículo. Ahora esas provisiones son tuyas, las has robado a una tribu enemiga con la intención de llevarlas a las indefensas fortalezas que hay al otro lado de la montaña.
Para llegar hasta allí tendrás que llevar tu pedazo de chatarra a través de Wreckland, un simple tramo de carretera lleno de saqueadores y mercenarios. Tu vehículo cargado de provisiones, con tu propio cuerpo en la cabina, valdría una fortuna en oro y gasolina para los mandamases. Pero no vas a dejar que te atrapen. A juzgar por el sonido de los motores, aún te quedan unos instantes para soldar otra arma improvisada al capó de tu querido vehículo.
No es bonito, pero es tuyo.
Y vas a hacer que cada disparo cuente en tu Wreckland Run.